Mansigné es una pequeña ciudad situada en el departamento del Sarthe y la región País del Loira.
El territorio comunal de Mansigné nicho al corazón de una región verde y muy enselvada del valle del Lirón y se baña en un clima especialmente suave. Así pues, visto su encanto a la vez provincial y rural, su base de ocios aprobada "station verde de vacances", este burgo es un destino de vacaciones para los que buscan el tranquilité.
De a otra parte, la base de ocios de Mansigné, con su plan de agua de 30 hectáreas, propone una multitud de actividades: pédalos, pesca, piscina, tenis exterior, beach voleibol, zonas de juegos, petanca, mini golf, curso de salud, deportes náuticos y gama de arena fina que da acceso al baño, separado del lago por una presa. La ciudad de Mansigné se basa sus actividades económicas principalmente en el turismo.
Además actividades de pleno aire, varias animaciones periódicamente ordenación por la asociación "Pueblos de Arte y Cultura" en el punto que el se aburre nunca a Mansigné.
Estas manifestaciones culturales ofrecen a los visitantes en estancia a Mansigné la oportunidad de ir al descubrimiento de las tradiciones rurales del país De Sarthe.
Por otra parte, el pueblo alberga cada año el festival bautizado "pueblos de artes y culturas", el cual también se le creó para promover el arte local.
Así pues, esta reunión artística notoria del burgo permitió a varios aficionados y profesionales que deben colocarse su marca delante de un público más en de más numerosos y eso para aumentar sus conocimientos técnicos, que se trate de pintura, escultura, alfarería, música, danza o incluso de teatro.
Es, en particular, por estos motivos que se tienen varios espectáculos así que escenas de músicas festivas donde se alternan maravillosamente las canciones francesas, el rock, los teatros de calle, y de otras exposiciones igualmente variadas las unas que los otros. Bien obviamente, Mansigné tuvo su parte en la historia.
La prueba, varias joyas arquitectónicas se construyeron, las cuales dan prueba indiscutiblemente de su notoriedad durante las antiguas civilizaciones.
Así pues, su paisaje natural espléndido y perfectamente conservado se derrama de varios tejados embriagados que merecen el rodeo.
Entre eso figura el inevitable castillo de Lude situado a 15 km de Mansigné.
Este monumento se conoce como el uno de los más imponentes edificios del valle del Lirón.
La aldea de Malicorne, anidada sobre los bancos del Sarthe, debe también visitarse imperativa, sobre todo si se lo apasiona de cerámica de arte.
A eso se añade la notable iglesia Santo- Martin, construida hacia el XIe siglo, y cuyo campanario sobresale por toda la ciudad.
Se ponen un índice también otros castillos, molinos y fábricas en el burgo, los cuales deben descubrirse a la voluntad de los pasos de los visitantes.
Sin olvidar, obviamente, una escapada en el zoológico de la Flecha, situado a menos de un cuarto de hora de carretera de Mansigné.